Zorro ártico: Supervivencia y adaptación en la tundra Ártica

El zorro ártico es una pequeña especie de mamífero perteneciente a la familia de los cánidos.

Además de vivir y distribuirse mayormente en las tundras del norte de Eurasia y Norteamérica, también viven en algunas islas cercanas a las cuales llegaron caminando sobre el hielo.

Se considera como la única especie de zorro que forma parte originalmente de la fauna de la tundra Ártica.

Su nombre científico es Vulpes Lagopus, que se traduce al español como “pie de liebre de zorro», nombre dado por el hecho de que sus patas se asimilan a las de los conejos.

diagrama zorro artico
Diagrama del zorro ártico

Este animal ha evolucionado al punto de ser uno de los escasos grupos de animales capaces de sobrevivir a temperaturas gélidas y extremas de 50° bajo cero.

Esto es gracias a su tupido pelaje blanco, que se diferencia al de un zorro común en su densidad.

Actualmente forma parte de la lista roja de especies amenazadas de la Unión por la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La caza fue la principal causa de que ahora esté en peligro de extinción. El cambio climático también está poniendo de su parte en la desaparición de este mamífero.

Aunque en otras ocasiones hemos hablado de otras especies de zorro, como el zorro del desierto o de otros animales del ártico, en esta ocasión nos centramos en el zorro ártico. Vamos con ello.

El zorro ártico y la época de procrear

El zorro polar es un mamífero monógamo, acostumbra a aparearse con un único individuo por el resto de su vida.

El tiempo de tener crías se suele dar en abril y mayo, cuando llega esa época de reproducirse, los zorros permanecen en pareja junto a sus crías en madrigueras subterráneas.

Las madrigueras constan de túneles que pueden ser usados por otros zorros en siguientes generaciones.

¿Qué comen los zorros polares?

Este zorro lleva una alimentación variada. Pueden cazar criaturas pequeñas como lo son las crías de focas, peces, roedores y aves hasta consumir bayas, algas marinas e insectos.

Aunque también se da el caso de que tengan que recurrir a alimentarse de otros cadáveres que dejan carnívoros y depredadores mucho más grandes, como por ejemplo los osos polares.

Los lemmings son su principal fuente de alimento. Son roedores de un tamaño pequeño y por esto mismo son una presa mucho más sencilla de atrapar para los zorros.

Usualmente en las camadas donde abundan de estos roedores, se ha comprobado que nacen muchos más zorros.

Por el contrario si escasean los lemmings, las camadas no llegan a reproducir muchas crías.

¿Qué otras amenazas tiene el zorro ártico?

Cabe resaltar que los zorros polares fueron presas fáciles de otros animales, como lo es en el caso de los lobos grises, los cuales fueron considerados no solo como el mayor depredador, sino como el principal peligro contra los zorros árticos.

Actualmente no solo cuentan con la creciente amenaza de los lobos grises, sino también con la convivencia de los zorros rojos tradicionales que se pueden alimentar del zorro ártico.

Antes no se solían encontrar entre sí por las diferencias de temperatura en sus ecosistemas, pero gracias a la participación constante del calentamiento global ha sido posible el encuentro de ambas especies y por ende, la muerte de muchos más zorros árticos.

El pelaje del zorro ártico no es siempre blanco

Durante la época de invierno, su apariencia es blanca y pálida, pero posterior a esta temporada, su pelaje llega a tomar otro tono.

Su lomo llega a ser entre gris y café, su vientre se torna del mismo color en conjunto con manchas pálidas y algunas zonas que solo llegan a tomar un color amarillento.

Cabe destacar que aproximadamente el 3% de toda la especie de zorros polares poseen un color tan oscuro como el carbón.

Esto color pueden llegar a conservarlo todo el año, a pesar de ser la misma especie, se les suele llamar y conocer como “zorros azules».

Esta muda de pelaje que ocurre durante el año es un aliado para poder camuflarse de acuerdo a las estaciones.

Por ello, en invierno tienen el pelaje tan blanco, para ser capaces de cazar a sus presas y acercarse sin ser vistos fácilmente.

¿Los zorros árticos hibernan como otras especies?

Los zorros árticos permanecen activos durante todo el año. Ellos no poseen la necesidad de hibernar como otras criaturas.

Gracias al pelo ubicado en la parte inferior de sus patas, pueden moverse sobre bloques de hielo sin tener riesgo a resbalarse.

Sus orejas y nariz son pequeñas, este hecho los ayuda a resistir bajas temperaturas, evitando la pérdida de calor durante el invierno.

Comparten una característica en común con los gatos, y es que su cola es lo que los ayuda a mantener el equilibrio.

Además es utilizada como manta para guardar calor en épocas mucho más gélidas de las que acostumbra.

A pesar de que su cuerpo esté totalmente adaptado a temperaturas frías, puede llegar a necesitar resguardarse en las madrigueras—las cuales se componen por distintos túneles subterráneos—, con el fin de escapar de tormentas y ventiscas de riesgo.

La vida y supervivencia del zorro en la tundra ártica

La vida salvaje en distintas zonas del mundo en sí tiene sus riesgos. El zorro blanco se ubica en la tundra Ártica.

El cuerpo del zorro está totalmente equipado para sobrevivir y lidiar con estas temperaturas; es un animal muy bien adaptado a las condiciones a las que se enfrenta día a día.

Su actitud al cazar lo dice todo: utiliza sus orejas, apuntándolas hacia el frente para cuadrar completamente la ubicación de la presa bajo la nieve.

En el momento de escuchar a la presa, el zorro ártico da un salto al aire, llegando al nivel del animal y atrapándolo entre sus dientes tras atravesar una capa de nieve.

Proyecto Tierra

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